Viernes, 19 Abril 2024

San José

Gracias a Dios y a San José

Doy gracias a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo,a la Virgen de Guadalupe y a San José por haber escuchado mis oraciones y por habernos concedido el favor de que mi hijo haya sido aceptado en el Politécnico para estudiar su carrera profesional.

Sigo rezando porque le vaya bien en esta nueva etapa y que se cumplan sus aspiraciones con el favor de Dios.

Petición

Hola, me gustaría recibir más información, sobre nuestro señor San José. Me gusta su sección y me parece muy interesante. Gracias

Jaculatoria a San José

Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

Comentario sobre San José

Me gusta mucho ver la imagen de San José y recordarlo siempre tan humilde, tan sencillo, siempre a la sombra, sin querer sobresalir a pesar de su importantísimo papel aquí en la tierra. Me da mucho gusto que sea su patrono, para que por medio de Ustedes nos lleguen sus bendiciones. Amén.

Favor de San José

Buenas tardes:

No quiero que San José, piense que soy interesada por lo que leí; y no deseo ser arrastrada por este sentimiento.

Bueno pues, les contaré que en la micro empresa en donde trabajo; creo que como en otras empresas pequeñas, en ocasiones no hay dinero ni para lo mínimo, y eso es lo que nos paso, hace unos meses, y yo le supliqué a San José que intercediera por todos los trabajadores y por mí, y tal y como le expuse mi petición, me alcanzó el favor de nuestro Dios. Pues yo le dije: "San José, que pague la Dondé, pero sólo 100 mil pesos más o menos este viernes" y así fue tal cual.

La verdad es que me da pena estarle dando tanta lata, pero ahora, ante todos ustedes, le digo: "Querido San José, dile a Nuestro Dios que nos mande trabajo, pues no tenemos y tu sabes las familias que dependemos de ello". Espero que sea escuchada, pues también le pido por mi país para que deje de pecar, que recuerde que somos un pueblo privilegiado por tener a Nuestra Madre Santísima.

Gracias

Santa Teresa de Ávila y San José

Santa Teresa de Ávila tenía una gran devoción a San José, ella decía que cuando dudáramos de la pureza de nuestras intenciones se las entregáramos a San José para que él las entregara a Nuestro Señor.

Mi tributo a San José

Desde pequeño he sentido una gran admiración por San José, ya que tuve la dicha de nacer y crecer en un hogar católico, donde se le da un valor especial a La Navidad, la época del Niño Jesús, pero también la época de La Sagrada Familia, quizás por eso son muy especiales para mí, El Niño Jesús, La Santísima Virgen María y El Glorioso San José.

Creo, a mi manera de ver, que el simple hecho de ser “el papá del Niño Jesús” es bastante significativo, porque la figura paterna es muy importante para mí. Para mí siempre fue bien importante el haber podido cargar a mis hijos, atenderlos en sus necesidades y requerimientos, llevarlos al parque, a paseo, darles la comida, socorrerlos cuando se lastimaban y solo de imaginar que San José tuvo ese privilegio de ser el guía, el tutor, el representante del Hijo de Dios, y de manera valiente, gallarda y obediente enfrentar cualquier mal comentario y cumplir cabalmente con ese compromiso de forjar esa personalidad humana que debe haber tenido El Niño Jesús y en unión de Su Santísima Esposa poder decir que lo habían hecho de lo mejor; debe ser La Bendición más grande que debe recibir cualquier ser humano.

Por eso siempre ha sido muy importante para mí en el transcurrir de mi vida y también por haber tenido la dicha de estudiar en un colegio católico salesiano, donde San José era, es y debe seguir siendo la base de una formación bien sólida.

Ya de adulto tuve la dicha de casarme y adquirir al mismo tiempo un valor agregado muy importante: una niña. Fue así que bajo la protección, bendición e inspiración del Glorioso San José, la pude ayudar a crecer, a formarse y a realizarse de la mejor manera posible, no exento de errores, pero que gracias a Dios y a La Divina Pastora se pudieron corregir, y obtener el fruto más deseado: una hija, de unos principios y valores increíbles, toda una brillante profesional, feliz y exitosamente casada y que me quiere mucho. Tuve la dicha de tener dos varones, gracias a Dios saludables y muy avispados, uno por esas razones como de orgullo lleva mi nombre y la protección de ese santo tan especial, patrono de los no nacidos, San Ramón, el otro, pues por supuesto bajo la mejor tutela y protección, lleva orgullosamente el nombre de mi Santo favorito, el nombre de José; que por supuesto aparte de la lógica protección de su ángel de la guarda, ha contado con la protección de La Santísima Virgen, en su advocación de La Divina Pastora y con la gran protección y guía del Glorioso San José y aunque no tuve la suerte de continuar casado, tengo la dicha y la bendición de contar en la actualidad con tres personas que se sienten orgullosas de haberse formado de esa manera y que con mucho orgullo agradecen al cielo que yo haya sido su papá.

Así pues que con todo orgullo puedo decir que gracias a Dios y a La Santísima Virgen he podido tener una buena vida y la voy a continuar teniendo, bajo la protección y guía del Santo más increíble con que podamos contar los humildes mortales: El Glorioso San José. Para despedir quiero dejar esto:

Según lo cuenta la Tradición, que el Señor le prometió a San José, durante su tránsito de este mundo al Cielo, lo siguiente: “Al que escriba tu historia, tus obras y tu partida de este mundo y las palabras salidas de mi boca, lo confiaré a tu custodia por todo el tiempo que permanezca en esta vida. Y cuando su alma abandone su cuerpo y tenga que dejar este mundo, yo quemaré el libro de sus pecados, y no lo atormentaré con ningún suplicio el día del juicio; y haré que atraviese sin dolor ni quebrantos el mar de fuego”.

San José es el santo patrono para pedir una buena muerte, ya que aunque se desconoce la fecha exacta de su muerte, la Tradición de la Iglesia menciona que murió como cualquier cristiano quisiera morir, acompañado de Jesús y de la Virgen María; es por ello que los que creemos y difundimos esta tradición, esperamos morir de igual manera en que lo hizo el Santo casto y silencioso El Glorioso San José.

San José es el noble ejemplo de ser Santo, haciendo de la vida ordinaria algo Extraordinario.

Oración a San José para pedir una buena muerte

Poderoso patrón del linaje humano, amparo de pecadores, seguro refugio de las almas, eficaz auxilio de los afligidos, agradable consuelo de los desamparados, glorioso San José, el último instante de mi vida ha de llegar sin remedio; mi alma quizás agonizará terriblemente acongojada con la representación de mi mala vida y de mis muchas culpas; el paso a la eternidad será sumamente duro; el demonio, mi enemigo, intentará combatirme terriblemente con todo el poder del infierno, a fin de que pierda a Dios eternamente; mis fuerzas en lo natural han de ser nulas: yo no tendré en lo humano quien me ayude; desde ahora, para entonces, te invoco, padre mío; a tu patrocinio me acojo; asísteme en aquel trance para que no falte en la fe, en la esperanza y en la caridad; cuando tú moriste, tu Hijo y mi Dios, tu Esposa y mi Madre, ahuyentaron a los demonios para que no se atraviesen a combatir tu espíritu. Por estos favores y los que en vida te hicieron, te pido ahuyentes a estos enemigos, para que yo acabe la vida en paz, amando a Jesús, a María y a ti, Glorioso San José. Amén.

- Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía.

- Jesús, José y María, asístanme en mi última agonía.

- Jesús, José y María, reciban cuando muera, el alma mía.

San José, mi santo patrono

Si tengo por santo patrono al padre putativo del niño Jesús, cuando estoy en grandes apuros acudo a él y puede decir como santa Teresita no hay favor que no me haya concedido, una ocasión en el 2003, mi hermano estaba internado con varias complicaciones, de hecho estaba desahuciado pero se le complicó su enfermedad con neumonía, yo estaba muy afligida, tenia días que le rezaba encomendándoselo para que lo ayudara a bien morir, de pronto la directora del hospital Herrejón nos dijo ya superó la neumonía, se va a casa porque la radiografía salio limpia y hubo comentarios entre las enfermeras quienes le decían, ¿a qué santo lo encomendaron sus familiares don José? que mire venia muy grave y ahora se va a casa (también se llamaba José), desde luego fue una mejoría temporal porque en el 2005 murió pero nos resignamos a la voluntad de Dios al haberlo atendido con calidad y ante las mejorías temporales que tenia por intercesión de san José, así como en otras ocasiones le he pedido tener recursos para llevarle de comer a mi mama y otro hermano que esta enfermo, diciéndole acuérdate san José que yo como tú soy árbol que da sombra a mis familiares y resulta que me habla algún familiar y me dice te deposite dinero, es milagro de san José que acude pronto a mi solicitud por ultimo recuerdo que unas personas ministros de la eucaristía en la iglesia donde vivo me encargaron vender unas gelatinas afuera de la iglesia para recaudar fondos, oí la misa desde afuera pero estuve rezando la novena de san José y cuando salieron mis hermanos fieles de misa todos se detuvieron a comprar esas gelatinas y se vendieron todas.

Devoción a San José

Desde hace algunos años soy devota de Sn. José y lo he nombrado patrono de esta mi familia y acudo a él cuando hay algún problema y gracias a Dios y la intercesión de Sn. José, las cosas vuelven a su cauce. Ahora le estoy pidiendo mucho por 2 de mis nietos que pelean mucho y se han golpeado. Y le pido los ayude a respetarse, a apoyarse y a quererse como hermamos que son. Se que me escuchará y todo estará bien. Dios bendiga a todos los que hacen posible estas páginas.

Basílica de San José

En México existe una Basílica de San José, está en Ayuntamiento No. 29 col. centro, y también iglesias y capillas dedicadas a San José.

Pax

Mi tributo a San José

Desde pequeño he sentido una gran admiración por San José, ya que tuve la dicha de nacer y crecer en un hogar católico, donde se le da un valor especial a La Navidad, la época del Niño Jesús, pero también la época de La Sagrada Familia, quizás por eso son muy especiales para mí, El Niño Jesús, La Santísima Virgen María y El Glorioso San José.

Creo, a mi manera de ver, que el simple hecho de ser “el papá del Niño Jesús” es bastante significativo, porque la figura paterna es muy importante para mí. Para mí siempre fue bien importante el haber podido cargar a mis hijos, atenderlos en sus necesidades y requerimientos, llevarlos al parque, a paseo, darles la comida, socorrerlos cuando se lastimaban y solo de imaginar que San José tuvo ese privilegio de ser el guía, el tutor, el representante del Hijo de Dios, y de manera valiente, gallarda y obediente enfrentar cualquier mal comentario y cumplir cabalmente con ese compromiso de forjar esa personalidad humana que debe haber tenido El Niño Jesús y en unión de Su Santísima Esposa poder decir que lo habían hecho de lo mejor; debe ser La Bendición más grande que debe recibir cualquier ser humano.

Por eso siempre ha sido muy importante para mí en el transcurrir de mi vida y también por haber tenido la dicha de estudiar en un colegio católico salesiano, donde San José era, es y debe seguir siendo la base de una formación bien sólida.

Ya de adulto tuve la dicha de casarme y adquirir al mismo tiempo un valor agregado muy importante: una niña. Fue así que bajo la protección, bendición e inspiración del Glorioso San José, la pude ayudar a crecer, a formarse y a realizarse de la mejor manera posible, no exento de errores, pero que gracias a Dios y a La Divina Pastora se pudieron corregir, y obtener el fruto más deseado: una hija, de unos principios y valores increíbles, toda una brillante profesional, feliz y exitosamente casada y que me quiere mucho. Tuve la dicha de tener dos varones, gracias a Dios saludables y muy avispados, uno por esas razones como de orgullo lleva mi nombre y la protección de ese santo tan especial, patrono de los no nacidos, San Ramón, el otro, pues por supuesto bajo la mejor tutela y protección, lleva orgullosamente el nombre de mi Santo favorito, el nombre de José; que por supuesto aparte de la lógica protección de su ángel de la guarda, ha contado con la protección de La Santísima Virgen, en su advocación de La Divina Pastora y con la gran protección y guía del Glorioso San José y aunque no tuve la suerte de continuar casado, tengo la dicha y la bendición de contar en la actualidad con tres personas que se sienten orgullosas de haberse formado de esa manera y que con mucho orgullo agradecen al cielo que yo haya sido su papá.

Así pues que con todo orgullo puedo decir que gracias a Dios y a La Santísima Virgen he podido tener una buena vida y la voy a continuar teniendo, bajo la protección y guía del Santo más increíble con que podamos contar los humildes mortales: El Glorioso San José. Para despedir quiero dejar esto:

Según lo cuenta la Tradición, que el Señor le prometió a San José, durante su tránsito de este mundo al Cielo, lo siguiente: “Al que escriba tu historia, tus obras y tu partida de este mundo y las palabras salidas de mi boca, lo confiaré a tu custodia por todo el tiempo que permanezca en esta vida. Y cuando su alma abandone su cuerpo y tenga que dejar este mundo, yo quemaré el libro de sus pecados, y no lo atormentaré con ningún suplicio el día del juicio; y haré que atraviese sin dolor ni quebrantos el mar de fuego”.

San José es el santo patrono para pedir una buena muerte, ya que aunque se desconoce la fecha exacta de su muerte, la Tradición de la Iglesia menciona que murió como cualquier cristiano quisiera morir, acompañado de Jesús y de la Virgen María; es por ello que los que creemos y difundimos esta tradición, esperamos morir de igual manera en que lo hizo el Santo casto y silencioso El Glorioso San José.

San José es el noble ejemplo de ser Santo, haciendo de la vida ordinaria algo Extraordinario.

Oración a San José para pedir una buena muerte

Poderoso patrón del linaje humano, amparo de pecadores, seguro refugio de las almas, eficaz auxilio de los afligidos, agradable consuelo de los desamparados, glorioso San José, el último instante de mi vida ha de llegar sin remedio; mi alma quizás agonizará terriblemente acongojada con la representación de mi mala vida y de mis muchas culpas; el paso a la eternidad será sumamente duro; el demonio, mi enemigo, intentará combatirme terriblemente con todo el poder del infierno, a fin de que pierda a Dios eternamente; mis fuerzas en lo natural han de ser nulas: yo no tendré en lo humano quien me ayude; desde ahora, para entonces, te invoco, padre mío; a tu patrocinio me acojo; asísteme en aquel trance para que no falte en la fe, en la esperanza y en la caridad; cuando tú moriste, tu Hijo y mi Dios, tu Esposa y mi Madre, ahuyentaron a los demonios para que no se atraviesen a combatir tu espíritu. Por estos favores y los que en vida te hicieron, te pido ahuyentes a estos enemigos, para que yo acabe la vida en paz, amando a Jesús, a María y a ti, Glorioso San José. Amén.

- Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía.

- Jesús, José y María, asístanme en mi última agonía.

- Jesús, José y María, reciban cuando muera, el alma mía.

Mii adorado esposo

Yo agradezco a San José su intercesión para mi vocación al matrimonio. Estudié en una escuela dirigida por madres josefinas, donde se nos enseñó el amor y cariño que deberíamos tenerle al padre de Jesús, canté con fervor su himno cada año de mi primaria y me encomendé a él durante todos esos años. Al término de mi vida escolar (licenciatura en contaduría pública) Dios me premió poniendo en mi vida a Daniel, mi esposo, con el que actualmente comparto una familia maravillosa, con 4 hermosos hijos y a los que todas las noches al hacer nuestra oración encomendamos nuestra vocación a San José, al que le pedimos buenos esposos o esposas, si es que nuestra vocación fuese el matrimonio.

Testimonio acerca de San José

Después de un año de haber solicitado la ayuda de toda la corte celestial fue en este mes de marzo que San José me dio la libertad acerca de una deuda que me deben. Gracias a él me llego la reflexión de que los problemas nos acercan a Dios.